No es un asunto fácil decir un solo nombre que haya marcado a un país, que como el nuestro está marcado por sucesos y hechos de toda índole. Vivimos en una suerte de carrusel informativo. En particular el 2016, como lo dijimos en un artículo anterior, estuvo definido para millones de venezolanos por la palabra hambre.
Why are opponents of Venezuelan and Cuban dictators willing to overlook the troubling traits of a U.S. president-elect they hope will advance their own narrow policy preferences?
Le invito a un ejercicio de política-ficción. Imagine usted que Lorenzo Mendoza, el presidente de Empresas Polar, decide en este 2017 lanzarse a la arena política. Ese hecho solamente, ¿no estaría provocando un cambio de envergadura en el escenario político venezolano?
As the year comes to an end, the demise of social order in Venezuela is the chronicle of a foretold death. Though 2016 began with high expectations of a peaceful change in government, neither the Maduro administration nor the opposition have shown the courage and leadership needed to find common ground and to pull the country out of the deep hole it finds itself in. Unfortunately for Venezuelans, who are deeply suffering from the economic, social and political chaos, they have little to look forward to in 2017.
This was the year of “politicized backlash” against LGBT rights and tolerance. And yet, the region continued to make enormous strides in the rights and visibility of the LGBT+ community.
En medio de una crisis política y un conflicto institucional sin precedentes en Venezuela lo que más preocupa al venezolano de a pie es la comida. Una cosa ha terminado estando a atada a la otra. Sin cambios políticos no habrá recuperación económica en Venezuela, y sin ésta no habrá de nuevo acceso a los alimentos.
Por estos días se está cerrando la celebración de los 100 años de la presencia ininterrumpida de la Compañía de Jesús en Venezuela. Habían sido expulsados de América Latina por Carlos III en 1767 y en el caso de Venezuela volvieron, en aquel momento de forma discreta, en 1916 en los años iniciales de la larga dictadura de Juan Vicente Gómez. De esos 100 años en la vida contemporánea del país, en lo personal he estado vinculado a los jesuitas, como laico e intelectual, por 32 años.
President-elect Trump’s call from Taiwan’s President Tsai Ing-wen may provide a model for what he could do for Venezuela. With all the democratic options closed in Venezuela until 2018, maybe it’s time Henry Ramos Allup picked up the phone.
In a sad, predictable exercise China and Russia voted down a UNSC resolution to temporarily halt the bloodletting in Syria. One country from the hemisphere backed the China-Russia position; one did not.
The breakdown of the Vatican/UNASUR dialogue in Venezuela was totally predictable. Dialogue is still the key to peacefully resolving the crisis in Venezuela, but it must have teeth to punish noncompliance.
