A Radical Change in Chile? Don’t Bet on it
Last week’s primaries show that most voters are looking for mainstream candidates for president in November.
Last week’s primaries show that most voters are looking for mainstream candidates for president in November.
En un país donde la participación electoral ya venía de caída, la decisión de realizar primarias en pleno invierno —en un día, además, en que la selección chilena de fútbol pudiera estar jugando la final de la Copa Confederaciones— no puede sino ser entendida como un autogol de una clase política deslegitimada e impopular.
El costo de un quiebre comienza a hacerse tan evidentemente grande, que muchos líderes están repensando sus posiciones anteriores favorables al divorcio de la Nueva Mayoría. Porque ahora tienen que sopesar los costos y beneficios de romper esa exitosa coalición, los líderes razonables del PDC y de los partidos de izquierda de la coalición comienzan a poner paños fríos a los llamados de los más radicales de cada partido en favor del camino propio.
The defeat of U.S. candidate to the Inter-American Commission on Human Rights is a troubling sign of declining U.S. leverage and moral authority in the hemisphere, and not just on matters of human rights.
Last month, we profiled and scored all seven nominees and interviewed the U.S. nominee, Doug Cassel. Yesterday, the OAS elected candidates from Brazil, Chile and Mexico.
The last Spanish-speaking country to overturn anti-sodomy laws and one of the region’s most religious and socially conservative countries are both on the cusp of allowing same-sex marriage.
Aunque siempre es mejor partir la carrera en primer lugar, la incertidumbre es inevitable en las elecciones. Las sorpresas, los errores no forzados y los cambios de último minuto en las preferencias de las personas a menudo afectan el orden de llegada respecto del orden que había al iniciar la campaña.
Los precandidatos de Chile Vamos debieran recordar que, aunque deben competir con entusiasmo y energía por ganar la nominación del sector, los tres están en el mismo barco. Es legítimo discrepar, pelearse y debatir intensamente. Pero no tiene sentido que en el proceso terminen hundiendo el barco.
Al anunciar que no retrocedería en las reformas que impulsó Bachelet, Guillier pretende cuadrar el círculo. Por un lado, no quiere perder el apoyo de los moderados; por otro, no quiere alienar a los más izquierdistas. Como en política lo único peor que tomar una mala decisión es ser incapaz de decidirse, el candidato Alejandro Guillier ha optado por la peor alternativa posible.
La irrupción de Beatriz Sánchez y la proclamación de Carolina Goic reflejan que hay poca convicción —e incluso descontento— en las filas de la centroizquierda con el liderazgo de Guillier. Pero así como a él no le bastó con no ser Lagos para asegurar la candidatura de la Nueva Mayoría y posicionarse como una amenaza a Sebastián Piñera, el favorito para ganar la elección, a ellas no les va a bastar con no ser Guillier para arrebatarle el segundo lugar en las encuestas al senador pro Radical.