Y ahora que falló el diálogo con la oposición ¿qué?
A 13 meses de iniciada esta administración, queda claro que La Moneda no tiene las habilidades negociadoras que se necesitan para lidiar con este Congreso hostil. Un cambio de gabinete siempre es doloroso, pero es mucho más caro no hacer nada y dejar que el ímpetu por las reformas se diluya.